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Esta é a vida eterna: que te conheçam, o único Elohim verdadeiro, e a Yeshua o Messias, a quem enviaste. JOÃO 17:3
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1a Timoteo 4:1-5

1a Timoteo 4:1-5 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

Interpretación tradicional: Al final de los tiempos habrá muchos que dejando la sana doctrina impondrán abstenerse de ciertos alimentos que Dios creó y que son buenos y que pueden consumirse santificándolos con la Palabra y la oración.

Verdadero entendimiento: Pablo no le dice a Timoteo que por cuanto todo lo que Dios creo es bueno se debe de consumir, sino que el requisito para comer algo es dar gracias a Dios por ello, orar por los alimentos y que éstos estén permitidos por la Palabra, que en este caso es la ley.

Comentario: Estos versos son usados para atacar a quienes desean enseñar el seguir una dieta bíblica, cuando el texto nos muestra algunas características importantes que no se pueden desligar. Primero, este tipo de personas han apostatado de la fe, ¿qué es esto?, que se desviaron de la Palabra de Dios, que para Timoteo y para Pablo era únicamente el Antiguo Testamento, esto quiere decir que toda doctrina que no se apega o está acorde a lo que enseña el Antiguo Testamento no es sana doctrina, una doctrina basada únicamente en porciones de la Biblia y no en todo ella no es sana doctrina. Segundo, esta clase de personas no dice que además de ser hipócritas tendrán la conciencia cauterizada, es decir estarán tan endurecidos en sus razonamientos que no habrá nada que les haga cambiar de opinión. Tercero, una característica importante de esta clase de gente será que prohibirán casarse, enseñaran el celibato, que aunque en la iglesia católica el casamiento es uno de los siete sacramentos, el celibato sacerdotal es considerado como un grado de mayor espiritualidad y un requisito obligatorioll para todo aquel que quiera disponer su vida al servicio de Dios, son estos los que mandarán abstenerse de algunos alimentos como el caso de la tan conocida cuaresma. Son esta clase de personas y no quienes intentan enseñar los principios bíblicos de Levítico quienes mandan no comer cierta clase de alimentos.

Todos sabemos que toda la creación original de Dios era buena como lo manifiesta Génesis, esto nos enseña que nada es inmundo en si mismo, es decir nada es impuro por el simple de hecho de existir, por ejemplo, un camello no es inmundo por si mismo, simplemente no es alimento, no fue creado para comerse por el hombre, no porque la Palabra determine que algo es inmundo quiere decir que no sirva, que no tenga un uso o un propósito; las lombrices

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de tierras son animales que en su apariencia no son muy agradables pero crean surcos en el interior de la tierra para que el agua pueda llegar hasta las raíces de las plantas, no son comestibles, son “inmundos”, pero tienen un gran propósito de existir y son una bendición para el cultivo. Todas las cosas creadas por Dios tienen una razón de ser. Dios determinó que se debía comer y que no, no por querer hacer la vida más difícil o querer limitarnos, sino porque Él creó nuestro organismo y sabe que es lo que necesita y que le puede hacer daño. Él no quiere arriesgar que sus hijos se enfermen o tengan problemas de salud. Dios desea que todos gocen de una buena salud ya que esta se reflejará incluso en nuestra relación espiritual.

El verso tres nos enseña algo muy importante, dice que algunos intentarán o evitaran que muchos creyentes y quienes han conocido la verdad participen de algunos alimentos. Aquí debemos detenernos y entender bíblicamente qué es la verdad, ya que es un término muy ambiguo y que se presta a muchas interpretaciones, pero que sea la misma Biblia quien no lo muestre, veamos lo que dijo Jesús en Jn. 17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” A qué “palabra” se refiere Jesús, pues al Antiguo Testamento y si deseamos ser más específicos a la ley, aquí nuestro Maestro nos enseña que es la Palabra la que nos santifica de este mundo; ahora veamos lo que dice el Antiguo Testamento confirmando lo que estaba orando Jesús en ese momento; el Salmo 119:160 “La suma de tu palabra es verdad”, nuevamente a qué “palabra” se refiere el salmista, qué entendían los lectores de este salmo cuando leían este verso y en general todo el Salmo 119, la respuesta es nuevamente a la ley que Dios le dio a Moisés, confirmando con esto a la perfección las palabras de Jesucristo; y por último del mismo Salmo 119 el verso 142, “tu justicia es justicia eterna y tu ley, la verdad”, el texto no necesita prácticamente interpretación, la palabra que se usa para traducir ley es la palabra hebrea torá, es completamente literal lo que nos expresa David, es la ley de Dios la verdad, la que nos santifica y la que nos muestra que es permitido y que no lo es. Así que retomando la explicación de todo este pasaje ahora entendemos mejor porque esta clase de hombres habían abandonado la fe, por haberse apartado de la verdad, del Antiguo Testamento y de la ley de Dios por ende, y deseaban que los verdaderos creyentes les siguiesen en esa falsa ascética demoníaca.

El papel de la oración al comer es muy importante no sólo porque es lo que nos puede diferenciar entre otras cosas de los animales, es la forma como le agradecemos a Dios el sustento y nos ayuda a recordar y discernir qué es lo que enseña la Palabra sobre que podemos comer y que no. Pero orar sólo por los alimentos no los va a transformar mágicamente como supuestamente los sacerdotes “transforman la ostia en el cuerpo de Cristo”, al sentarnos a comer no podemos dejar a un lado la Biblia, nuestras creencias se deben ver reflejadas en absolutamente todas las áreas de nuestra vida. Son dos requisitos para que algo sea considerado limpio o santificado para su consumo, la Palabra y la oración (v.5), si la Escritura enseña que algo es limpio no importa en que época del año nos encontremos o la opinión de otros, ese alimento es apto para el consumo y punto. Están los judíos ortodoxos, que no comen carne y lácteos juntos, debido a la interpretación de Éxo. 34:26, hay quienes incluso los colocan en refrigeradores separados y no es que esto esté mal, el problema empieza cuando se empieza a mandar a otros que deban hacerlo o prohibir a aquellos que están comiendo de tal mezcla, cuando el mandamiento no expresa tal cosa.

Hay quienes opinan respecto a las leyes dietéticas que marca la Biblia, que fueron dadas como medidas preventivas para los israelitas cuando iban a entrar a la tierra de Canaán ya que en esa región las naciones paganas de esa época no tenían ningún tipo de higiene y que la conservación de muchas carnes al no haber refrigeradores era prácticamente nula. Esto es ridículo ¡como si Dios no supiese que un día se iba a inventar el refrigerador!. Hemos visto

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que su Palabra es inmutable ya que Él es el mismo por los siglos de los siglos, no está limitada hasta la invención de determinados aparatos domésticos, ahora resulta que es el refrigerador y no Su Palabra eterna la que dictamina que si se puede y que no se puede comer. Debemos dejar a un lado la fe superficial y hacerla práctica, tangible y parte de nuestro diario vivir. La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios entonces debe ser la Palabra de Dios la que mande en nuestras vidas y no nuestros antojos o costumbres. Es cierto que en un país como el nuestro no es fácil obedecer a Dios en esta área que tanto trabajo nos cuesta, pero debemos confiar en la fortaleza de Su Espíritu para no dejarnos dominar por lo que nos pide el cuerpo y tomemos el compromiso con Dios como lo hacía Pablo.

1a Cor. 9:24 – 27 24¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25Todo aquel que lucha, de todo se abstiene [así como un atleta que se prepara para las Olimpiadas no come lo que sea, sino que lleva una dieta especial, de la misma manera tu y yo, siendo un pueblo especial nos tenemos que preparar en todos los sentidos para la lucha espiritual que afrontamos día a día]; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. 26Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, [no dejarnos dominar por nuestro cuerpo, por nuestro paladar] no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

 Todas las citas tomadas de la versión Reina-Valera revisión 1960, excepto que se indique.

Trabajo realizado por Omar Morado de la Paz, basado en textos y estudios de R. Moshé Koniuchowsky, José Antonio Sánchez Vilchis, Diego Ascunce, Dan ben Abraham y Mijael Avila, con la colaboración de José Antonio Sánchez Vilchis, Omar Calderón Escalona, Froilán Jesús Neri Gómez, Daniel Calderón Escalona e Ivette Poumián Sagardi.

Dudas o comentarios: escribir a omarbiblia@amen-amen.net., moradoomar@yahoo.com.mx o consultar la página en internet www.aprendizajebiblico.org, en la que también está disponible gratuitamente este libro.

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