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Esta é a vida eterna: que te conheçam, o único Elohim verdadeiro, e a Yeshua o Messias, a quem enviaste. JOÃO 17:3
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EL SABADO

EL SABADO

Principiaremos por hacer preguntas, que se hacen cientos de personas en la esfera cristiana. ¿Cuál es el día de reposo?, ¿Sábado o domingo?, o ¿ya no hay día de reposo?. Para dar respuesta a éstas preguntas no hay nada mejor que consultar el único volumen revelado, la Sagrada Escritura.

EL ORIGEN DEL SABADO

Primeramente debemos entender cuál fue su origen. Para ello leeremos en Génesis 2:2-3 “…Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Dios al día séptimo y santifícalo porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho…”. Por estos versículos entendemos que el estado primario del sábado fue el séptimo día. En el capítulo primero de Génesis se menciona a los días de la semana simplemente por número, primer día, segundo día, tercer día, etc.

Durante seis días el Creador hizo todas las cosas, seis días de 24 horas como se da a entender en Éxodo 20:11, y el séptimo día también de 24 horas, el Creador cesó. Ese día en que el Creador cesó fue el séptimo día e hizo con él lo que no hizo con ningún otro día de la semana LO BENDIJO Y LO SANTIFICO. ¿Por qué razón hizo esto con el séptimo día…?. Volvamos a leer Génesis 2:3 “…Y bendijo Dios al séptimo día y santifícalo, porque en él reposó de toda su obra que Dios había criado y hecho…”. Porque fue el día en que cesó o reposó de toda su creación, de manera que coronó esa MARAVILLOSA CREACION con la santificación y bendición del séptimo día.

Quiere decir que el séptimo día Jehová Dios contempló esa creación completa, su obra estaba terminada, fue por decirlo así el día de la contemplación. El sexto día fue un día de mucha actividad en la creación de Dios, porque en ese día creó primeramente a las bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. En el quinto día había criado a los animales marinos, pero ahora el sexto creó a los animales terrestres según su género y especie. Puede leerse Génesis 1:21-25. Pero su última obra en el sexto día, que fue la obra cumbre, fue la creación de Adán y Eva, de los únicos seres que fueron hechos a su imagen y semejanza, es decir conforme a su inteligencia y a su sentimiento. Génesis 1:26 al 31. Concluida su labor en ese sexto día, todo estaba listo, ahora el Creador Jehová Dios recibiría alabanza de todo lo criado. ¿Cuándo fue que todo lo creado le rindió la primera alabanza?, fue precisamente el séptimo día.

No había nada deforme, todo estaba terminado, los seres racionales en el paraíso, concibiendo ya en su mente los primeros pensamientos humanos en este planeta, esos pensamientos fueron para su Dios, para gloria del Creador y fue precisamente en el séptimo día. El mismo Dios calificó al séptimo día como un día especial, diferente a los demás, por cuanto en él cesó, descansó, en ese día estaba presentándose como el ARQUITECTO DIVINO delante del cosmos, era por decirlo así la presentación del Creador con lo creado. Bien hizo en calificarlo como un día de bendición y santificación.

¿Qué quiere decir SANTIFICARLO?, ¿Qué le pasó al séptimo día cuando Dios lo santificó?. La palabra hebrea es CODECH y se traduce santificar, consagrar, dedicar, separar o apartar. En griego es Hagios que quiere decir santo, santificar. Ambos términos originalmente significan APARTAR PARA DIOS. En resumen podemos decir que cuando Dios santificó al séptimo día LO APARTO PARA SÍ, lo separó de los demás días, no fue simplemente un día más de la semana, sino más bien fue el día apartado, porque en él descansó o cesó el Creador. Hemos dicho que se puede buscar en el libro de Génesis y en toda la Escritura y no se encontrará que otro día de la semana haya sido apartado.

Las personas que dicen que es el domingo o sea el primer día de la semana el día de reposo tratan de poner su base en que Cristo nuestro Bendito Salvador resucitó en ese día y que por lo tanto ahora ese es el día de guardar. Tal argumento no tiene ninguna base en la Palabra de Dios, ya que Jesús no resucitó en domingo. Esto lo veremos en otro estudio. Además en ningún versículo se encuentra tal aseveración. Puede buscar desde Génesis hasta Apocalipsis y no encontrará un versículo en el cual se diga que por haber resucitado Cristo en domingo, este es el día de reposo. De manera que una vez más afirmamos que en la Sagrada Escritura no se encuentra ningún otro día que haya sido SANTIFICADO, es decir APARATADO O SEPARADO.

A más de esto el séptimo día recibió otra virtud más. , LA BENDICION, así leemos en Génesis 2:3 “…Y bendijo Dios al día séptimo…”. Dos cosas hacen resaltar al séptimo día de los demás días, LA BENDICION Y LA SANTIFICACION. Insistimos en que puede buscar en toda la Escritura y no encontrará un solo versículo que diga: “…Y bendijo Dios al primer día o al domingo”. Si no existe el versículo tal y como ahora se trata de enaltecer el día domingo como el día de reposo y llamarle el día del Señor, fácilmente se deduce que no diciéndolo la Palabra de Dios es doctrina humana y no divina.

Desde el principio del género humano, ha quedado el séptimo día o sábado como un monumento que recuerda la creación hecha por el eterno. De manera que a través de los milenios, el sábado ha sido un recuerdo para los hijos de Dios de la obra realizada por la INTELIGENCIA SUPREMA.

El culto continuo del día sábado enaltece al CREADOR, hace reconocer al pueblo que una mano poderosa nos ha formado como lo reconocía el salmista en el Salmo 100:3
“…Reconoced que Jehová Él es Dios; Él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos…”. El Pueblo de Dios a través de los siglos siempre ha reconocido la mano poderosa e invisible como decía el Salmista en el Salmo 8:3 “…Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste…”.

De manera que el sábado no es propiamente un medio de salvación o condenación, más bien es el lapso de tiempo que Dios ha apartado para que en él su pueblo le rinda culto, y le reconozca como su CREADOR, como el sustentador de todas las cosas. Como la fuente de la vida, como EL CAUSA SER, COMO EL UNICO Y VERDADERO DIOS, como lo identifica su verdadero nombre en hebreo que es un tetragrámaton, cuyo significado es el que ES POR EXCELENCIA, EL QUE HA SIDO Y SERA PARA SIEMPRE INMUTABLE.

Cristo está con su iglesia todos los días, porque así lo prometió como dice en Mateo 28:20 “…Y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo…”. Esta es la promesa de la gracia, tener la inigualable presencia del Hijo de Dios en nuestro corazón, todos los días porque el efecto de su obra no hace distinción de días. Esa obra fue espiritual para el bien del hombre de una manera completa y radical por medio de la cual conseguimos la perfecta comunión con Cristo y el Padre.

Pero ésta obra no le restó en ninguna manera la santificación y bendición al séptimo día el cual el mismo Dios lo estableció como un día apartado para honrarle en el cómo al Creador, como el sustentador de todas las cosas. Que Cristo no anuló el sábado como día de reposo es muy claro entenderlo en las palabras que él mismo dijo: “…Así que el Hijo del hombre es Señor aún del Sábado…” Marcos 2:28. Este adverbio de tiempo AUN significa que sigue siendo el Señor del séptimo día.

Hemos visto que es irrefutable el argumento que su principio fue de Dios. Esto viene a disipar la idea que el sábado es Mosaico o Judaico. No estuvo en la mente de Moisés, el líder de los israelitas, tampoco en la mente de Aarón, primer Sumo Pontífice de los hebreos. Esto fue contemplado dentro del plan de salvación, dar un día de reposo en beneficio del hombre y para la gloria de Dios.

Es innegable que Dios lo preparó desde Génesis y Dios lo ordenó al pueblo en Exodo, así leemos en Nehemías 9:13-14 “…Y sobre el monde Sinaí descendiste, y hablas con ellos desde el cielo, y dísteles juicios rectos, leyes verdaderas, y estatus y mandamientos nuevos. Y NOTIFICASTELES EL SABADO TUYO SANTO…”. El día de reposo santo que fue señalado desde el principio de la creación por medio del mismo Creador, fue notificado al pueblo cuando este se organizó para rendirle tributo.

Sabemos cronológicamente que el pueblo salió el año 1491 de la tierra de Egipto, de la tierra de esclavitud y una vez que fue organizado el Supremo les notificó el día de REPOSO, REPOSO SANTO.

Jehová Dios dio testimonio de Abraham en ésta forma: “…Por cuánto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes…” Génesis 26:5. Cinco cosas fueron las que Abraham guardó, la voz, el precepto, los mandamientos, sus mandamientos, sus estatutos, y sus leyes. No hay un versículo que diga que dentro de esas cinco cosas estaba el sábado, pero tampoco hay un versículo que lo desmienta. Sin embargo no nos detendremos en conjeturar. Pero lo que sí se puede decir con toda claridad que ya el día de reposo estaba preparado para el bien del hombre, como puede leerse en Marcos 2:27 “…También les dijo: El sábado por causa del hombre fue hecho; no el hombre por causa del sábado…”.

Cabe pensar dentro de la posibilidad que los patriarcas sí reconocían un séptimo día, pues a Noé le vemos contar lapsos de siete días en el Arca. Así leemos en Génesis 8:10-12 “…Y esperó aún otros siete días y volvió a enviar la paloma fuera del Arca. Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de oliva tomada en su pico; y entendió Noé que las aguas se habían retirado de sobre la tierra. Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya más a él…”.

No obstante estos versículos, no podemos decir enfáticamente que se refería al día de reposo. Pero tampoco existe otra explicación del por qué el recuento exacto de los siete días, sino la base del ciclo semanal establecido completamente es que cuando el pueblo de Dios se organizó entonces sí les dio el día de reposo. La orden vino de Dios. Y una cosa que debemos hacer notar es la siguientes: Que antes de establecido el pacto levítico, antes que Jehová descendiera en el monte Sinaí, ya el pueblo estaba observando el sábado, así leemos en Exodo 16:26 “…En los seis días lo recogeréis; más el séptimo día es sábado, en el cual no se hallará…”, y agrega el versículo 30 “…Así el pueblo reposó el séptimo día…”.

Jehová veía la importancia de que el pueblo en plan de organización tuviera como día de reposo el apartado desde el principio. Por esto leemos en Exodo 16:29 “…Mirad que Jehová os dio el Sábado…”. Fue uno de los primeros preceptos que el Dios del cielo dio a su pueblo y este mismo mandamiento fue pronunciado por Jehová cuando descendió en el monte Sinaí. “…Acordarte has del día de reposo, para santificarlo; seis días trabajarás y harás toda tu obra; más el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios…” Exodo 20:8-10.

Sabemos muy bien que en esa ocasión en que descendió en el monte Sinaí, dio sus diez mandamientos los cuales fueron escritos en tablas de piedra, así leemos en Deuteronomio 4:13 “…Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra, las diez palabras; y escribiólas en dos tablas de piedra…”. Dentro de esos diez mandamientos estaba el día de reposo, quiere decir que el mismo Jehová reconocía el valor de ese día a favor del pueblo. Como ahora estaban fuera de la esclavitud, ahora sí podría darle la honra que Él merecía, como le explicaron Moisés y Aarón a Faraón, según Exodo 5:1 “…Después entraron Moisés y Aarón a Faraón y le dijeron: Jehová, el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto…”. Ahora sí, libres del yugo faraónico podrían rendirle tributo, ahora al Creador, ¿qué día?. No fue el domingo el que señaló el Supremo, fue el séptimo día, el mismo que Él había santificado desde el principio.
Notemos entonces que el origen del sábado es completamente de Dios. Ahora trataremos de comprender sus dos propósitos.

El primer propósito es religioso con fines de alabanza al Creador. El segundo es con fines humanistas a favor del hombre mismo. Ambos propósitos se conjugan perfectamente bien en el Plan de Dios, no teniendo ningún estorbo para la salvación del hombre, sino más bien como coadyuvantes para el crecimiento espiritual. Algunas exégesis que no están a favor del sábado explican que el sábado no tuvo un fin religioso, sino simplemente humanista. Pero es todo lo contrario, su primer propósito fue el religioso, es decir para dedicarlo a Jehová, así leemos en los diez mandamientos en Exodo 20:10 “…Más el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios…” en la versión católica leemos así: “…Pero el séptimo es día de descanso para Yahvé tu Dios…”. Notemos la claridad con la que nos habla el versículo, no deja la menor duda que ese día estaba apartado para dedicarlo a Jehová.

En Levítico 23 se ve que estaba incluido dentro de las solemnidades a Jehová, leemos en 23:2-3 “…Habla a los hijos de Israel y diles: Las solemnidades de Jehová, las cuales proclamaréis santas convocaciones, éstas serán mis solemnidades. Seis días se trabajará y el séptimo día sábado de reposo será, convocación santa…” Ninguna obra haréis; sábado es de Jehová en todas vuestras habitaciones…”.

Este capítulo está contemplado dentro de las primeras solemnidades a Jehová, está clasificado como un día de convocación, que es lo mismo que reunión sagrada, como traduce la llamada Biblia de Jerusalem. Ese día se hacía un culto especial que consistía en aquel entonces en ciertos ritos como por ejemplo se ofrecía un holocausto especial que dice en Números 28:9; y también en ese día se cambiaban los panes de la proposición como dice en Levíticos 24:5-8. Es innegable el carácter religioso que tenía el día de reposo, tratar de negarlo sería un absurdo.

Isaías profeta dice muy claramente en qué forma lo llama el Señor Jehová, leemos en Isaías 58:13 “…Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová…”. Notemos como le llama el mismo Dios, GLORIOSO DE JEHOVA, no se podía llamar así si simplemente fuera un día de asueto, quiere decir que el mismo Señor le ponía algo de especial, y era lo que le habia puesto desde el principio de la creacion que fue bendicion y santificacion. Y luego como le llama en Levítico 23:3 convocacion santa o reunion sagrada. Este es el primer propósito del sábado y tiene sólido fundamento en la Palabra de Dios. Si buscamos este mismo argumento para el domingo no encontramos en ninguna parte de la Sagrada
Escritura.

Si nosotros somos sinceros debemos aceptar lo que está claro en la Palabra de Dios y no tratar de defender un punto porque sencillamente así nos lo enseñaron desde el principio nuestros padres o en la denominación en la que hemos estado.

Ahora meditemos brevemente sobre el segundo propósito que es el humanista a favor del hombre mismo. Este aspecto lo vemos en Exodo 23:12 “…Seis días harás tus negocios y al séptimo día holgarás, a fin de que descanse tu buey y tu asno y tome refrigerio el hijo de tu sierva y el extranjero…”. Este es un precioso versículo que sin lugar a duda es base fundamental en cierto aspecto del código de trabajo y aún más, de la declaración de los DERECHOS HUMANOS.

Si toda la humanidad leyera a conciencia la Sagrada Escritura no necesitaríamos de constituciones ni de leyes fundamentales, porque toda la esencia del DERECHO HUMANO está fielmente expresada en la Palabra de Dios. Pero como desafortunadamente el hombre es rebelde al llamamiento de Dios, por ésta razón los litigios están a la orden del día. Pues bien, el versículo que acabamos de leer es clarísimo para entender el profundo sentimiento humanista de parte de Dios a través del día de reposo.

No solamente el día de reposo era para el que adoraba, también alcanzaba al extranjero. Todo hijo de Dios está obligado por Dios a dar un día de descanso a su trabajador y en aquel tiempo al esclavo. Sabemos muy bien que la integración social en aquel entonces permitía la esclavitud y Dios no se olvidó de ellos, porque a ellos se les debería conceder libremente descanso, sin molestarles en lo más mínimo, por supuesto sin disminuirles su pan y todo lo que les era menester.

Y algo más vemos en este versículo, aún no existiendo la sociedad protectora de animales, el mismo Creador ya veía a favor de los irracionales, pues el día de descanso se extendía para ellos, como leíamos en el versículo “…a fin que descanse tu buey y tu asno…”. Un Hijo de Dios no necesita de sociedades protectoras de animales porque la ley de Dios le orienta, y le hace conciencia a favor de sus mismos animales que están a su servicio.

Ahora trataremos de entender esto en el nuevo pacto. ¿Será posible que Jesucristo ha venido a cancelar ambos propósitos?, ¿Están estos opuestos a la gracia divina de Jesús?.

El divino Maestro dijo en Mateo 5:17 “…No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas, no he venido para abrogar, sino para cumplir…”. Muchas veces se piensa que Jesucristo vino a despedazar la ley, a borrar toda su significación. Pensar así es un error, porque este mismo versículo y el de Romanos 3:31, nos hacen ver que Jesucristo vino a confirmar la justicia. De manera que en la actual dispensación de la gracia todo lo que está en beneficio de la alabanza a Dios y que está en beneficio del hombre mismo ha sido confirmado.

Por supuesto que muchos ritos, reglamentos y normas que estaban conectados con el culto del santuario y de la tierra de Palestina dejaron de practicarse en su sentido literal y pasaron al plano espiritual. Pero al analizar el sábado, el día de reposo, encontramos que no fue propiamente un precepto conectado con el santuario y la tierra de Israel, pues vemos a los israelitas cumpliéndolo en el desierto del Sinái, muchos años antes de que entraran a la tierra de promisión.

Siendo entonces posible la guarda del sábado en cualquier parte de la tierra que no fuera la Palestina, el sábado fue confirmado como el día del Señor. Así leemos en Marcos 2:27-28 “…El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. Así que el Hijo del Hombre es Señor aún del sábado…”. En este versículo debemos notar el ADVERBIO DE TIEMPO “AUN” que indica TODAVIA… está incluido cuando dice: El hijo del hombre es Señor aún del sábado…” es decir que continúa siéndolo, no ha dejado de ser SEÑOR O DUEÑO DEL SEPTIMO DIA.

Quiere decir que no ha cambiado de día, no antepuso la frase clásica “…MAS YO OS DIGO”. Bien pudo haber dicho “…Oíste que fue dicho guardarás el sábado, MAS YO OS DIGO QUE AHORA SERA EL DOMINGO…”. Más bien cuando lo menciona lo está RATIFICANDO, LO ESTA CONFIRMANDO, no lo está sustituyendo por otro día. Se puede decir con toda seguridad que el día del Señor sigue siendo el séptimo día. La versión católica traduce así: “…De suerte que el hijo del hombre también es Señor del sábado”. Esta forma de traducir está afirmando lo antes explicado. Él, como Señor de ese día puso el ejemplo guardándolo, ocupándolo para el primer propósito que era el religioso, el de alabar a Jehová, así leemos en Lucas 4:16 “…Y vino a Nazareth donde había sido creado; y entró conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga y se levantó a leer…”. Según este versículo era una costumbre del Divino Maestro entrar en el recinto espiritual para leer la Palabra de Dios.

Cristo buscaba las sinagogas en el día sábado. ¿Qué quiere decir sinagoga…?, viene del griego Sinagogué que quiere decir, asamblea o reunión. Quiere decir que Cristo buscaba las asambleas para alabar a Dios, y la forma de hacerlo era leyendo, escudriñando la palabra de Adonai. Esto se confirma en Marcos 1:21 “…Y entraron en Capernaum; y luego los sábados entrando en la sinagoga, enseñaba…”.

Notemos que Cristo fue enseñador de la Palabra de su Padre en el día sábado, Él era disertador, era el gran profeta y el divino Hijo de Dios, el dulce Maestro que en el día sábado dejaba escuchar sus enseñanzas en las sinagogas. Por supuesto que esto no omite todos los demás sermones que daba en cualquier parte y en cualquier tiempo.

Pero aparte de ello, estamos tratando de ver la claridad tan nítida con la cual se comprueba que el sábado en las Escrituras del Nuevo Pacto sigue siendo el mismo día semanal y con el mismo propósito de glorificar el nombre del Todopoderoso.

El sentido humanista no lo perdió el sábado, los fariseos como sabemos habían torcido el recto sentido de los mandamientos de Dios, pero Jesucristo les indicó el humanismo en el día sábado como leemos en Mateo 12:11 “…Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano y la levante?¿…Pues cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien”.
Algunos expositores que están en contra del sábado, quieren aplicar el mismo sistema fariseo diciendo que no se puede levantar ni siquiera una basura en el día sábado porque es pecado, que no se puede caminar más de dos kilómetros y que siendo así entonces nadie puede cumplirlo. Pero vemos por la Palabra de Dios que esto no es así. El mismo Cristo está explicando que es LICITO EN SABADO HACER BIEN, cuánto bien se pueda no importando el número de obras que tengan que hacerse. Siendo así el sábado no está en contra de los sentimientos humanos, el sábado no encierra simplemente un sabatismo frío o indiferente.

No olvidemos que el sábado tiene su aspecto religioso y su aspecto humanista. De manera que pudiendo ir al culto en sábado como lo hacía Cristo, bien se hace y se hace bien no asistiendo al culto por hacer un bien al prójimo. Notemos que no está en contra de la doctrina de la gracia, sino más bien a favor de ella misma.

Algunas exégesis que están en contra del sábado, creen encontrar en Colosenses 2:14-16 un fuerte argumento para decir que el sábado ya no está en vigor. Dicen así estos versículos “…Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz. Y despojando los principados y las potestades, sacolo a la vergüenza en público, triunfando de ellos en sí mismo. Por tanto nadie os juzgue en comida o en bebida o en parte de día de fiesta o de nueva luna o de sábados. Lo cual es la sombra de lo porvenir; más cuerpo es de Cristo…”.

Es innegable que el apóstol Pablo está aclarando a los Colosenses que ya no están sujetos al mismo sistema que establecía la ley de Moisés que aquí está mencionada como la cédula de los ritos. Muy claramente está exponiendo que ésta cédula de los ritos quedó clavada en la cruz del Calvario, la relación doctrinal del nuevo pacto fácilmente nos hace comprender que se trata de la ley de Moisés.

Por ejemplo en Gálatas 3:24-25 leemos así: “…De manera que la ley nuestro ayo fue para llevarnos a Cristo, para que fuésemos justificados por la fe. Más venida la fe ya no estamos bajo ayo…”. De manera que al venir Cristo ya no estamos bajo ese ayo que fue la ley de Moisés.

No se nos debe hacer juicio como si estuviésemos todavía bajo ese mismo sistema, porque recordemos que actualmente ya no estamos bajo el sistema de la ley sino de la gracia , ya lo hemos leído en Romanos 6:15. Por ejemplo al hablar de la comida, nadie deje juzgarnos con relación a ellos desde el punto de vista de la ley.

¿Qué nos decía la ley a este respecto?, nos dice mucho, pero vamos a sintetizar con base en Levítico 11. En este capítulo se especifica cuales son los animales limpios y cuáles son los inmundos, pero no solamente eso, también se nos habla de otras normas conectadas con este mismo estatuto. Por ejemplo en el versículo 8 “…De la carne de ellos no comeréis, ni tocaréis su cuerpo muerto; tendréislos por inmundos”, y agrega el versículo 24 “…Y por estas cosas seréis inmundos; cualquiera que tocare a sus cuerpos muertos, será inmundo hasta la tarde…”.

Con relación a éstas normas nadie nos puede juzgar como transgresores aunque toquemos el cuerpo muerto de un cerdo o de un perro, nadie puede decirnos actualmente en la gracia que hemos quedado inmundos hasta la tarde. ¿Por qué razón?, porque actualmente ya no existe el santuario que Dios ordenó levantar delante del cual quedaban inmundos los israelitas, según Levíticos 15:31.
Exactamente lo mismo sucede con el asunto de las bebidas rituales que tenían los israelitas en el antiguo pacto, como las 4 copas de vino en la Pascua, la bebida de los celos, según Números 5, nadie puede juzgarnos con base en la palabra de Dios por no participar de éstas bebidas.

Y así mismo sucede con relación a los días festivos que guardaban los hebreos como era los Azimos, Pentecostés, Cabañas, Día de las Trompetas y Día del Perdón, nadie puede decirnos: están condenados porque no guardan estos días, porque actualmente nadie puede guardarlos como lo establece la ley, porque éstas festividades estaban conectadas con el santuario, con el sacerdocio y con la tierra de Palestina. Y actualmente el cristiano vive fuera de Jerusalem, no cuenta absolutamente con ninguno de estos tres puntos indispensables.

Pues de la misma manera sucede con el sábado, nadie puede juzgarnos porque no lo guardamos conforme lo demandaba la ley de Moisés o sea la cédula de los ritos que fue clavada en la cruz. Esto es muy importante que usted lo comprenda. El sábado en el tiempo levítico fue dado en el desierto, confirmado en el monte Sinaí y escrito tanto en las tablas de piedra, como en el libro. Los israelitas no solamente comprendían la ordenanza del sábado conforme las tablas, sino lo correlacionaban conforme el libro de la ley.

¿Qué dice el libro de la ley?. Lo siguiente: primeramente que nadie saliera de sus estancias, así leemos en Exodo 16:29 “…Mirad que Jehová os dio el sábado, y por eso os da en el sexto día pan para dos días. Estese, pues, cada uno en su estancia, y nadie salga de su lugar en el séptimo día…”. Por este versículo los judíos interpretaban que no debían salir de sus estancias aún estando en su tierra y de ésta parte surgió la costumbre de caminar solamente una DETERMINADA DISTANCIA, a la cual se le llamaba “Camino de un sábado”, o el “Espacio de un camino sabático”, así leemos en Hechos 1:12 “…Entonces se volvieron a Jerusalem del monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalem camino de un sábado”.

Nosotros actualmente ya no estamos bajo este sistema de la ley, de este precepto adherido al sábado, de no salir de nuestra casa. Al divino Maestro le vemos caminando en el día sábado según Lucas 6:1, así mismo a los apóstoles les vemos caminando en ese día, como dice en Hechos 16:13, quiere decir que ellos salían de sus estancias, no permanecían dentro de la casa y ahora ellos salían para hacer la obra de evangelización. Nosotros de la misma manera podemos salir de la casa y no estar encerrados, porque no estamos bajo el sistema de la ley, sino del evangelio.

Y tanto el Divino Maestro como el apóstol Pablo nos instan a que les imitemos. El día sábado no impide a la predicación del evangelio, más bien lo permite mejor pero no estando encerrados en casa. Desde ese punto de vista nadie tiene que juzgarnos por sábado, según lo estipulado en la dispensación de la ley.
Conectado al precepto de no salir de la casa, estaba la sentencia, que quién salía era castigado con la pena capital, LA MUERTE; así leemos en Números 15:32 “…Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día sábado…”, y dice el versículo 35, “…Y Jehová dijo así a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre, apedréelo con piedras toda la congregación fuera del campo…”.

No se perdonaba al que desobedecía, la sentencia estaba ligada, unida para que pudiera haber obediencia, bien dice el apóstol que la ley produce ira, así leemos en Romanos 4:15 “…Porque la ley obra ira, porque donde no hay ley tampoco hay trasgresión…”. Por ésta razón se le llamaba al ministerio o administración del tiempo levítico, Ministerio de muerte, porque la pena estaba unida al mandamiento, por esto decimos que la ley de Moisés estaba presentada en forma jurídica y en este sentido el cristiano ya no está bajo la ley.

Nadie pues, puede juzgarnos en ese aspecto y decirnos que si llevamos una carga en sábado debemos morir, o que estemos sujetos al juicio según la determinación levítica. Cuando Jesús sanó al paralítico en el estanque de Bethesda, era sábado y después que le curó le dijo así: “…Dícele Jesús: Levántate, toma tu lecho y anda. Y luego aquel hombre fue sano y tomó su lecho, e íbase. Y era sábado aquel día…”.

Para los fariseos aquel acto era penado por la ley, como quien dice que tenía que morir, sin embargo al Maestro le ordenó que cargara su lecho. Esto desde luego era para dar evidencia a la obra que había recibido en pleno sábado, el milagro, que después de 38 años de estar paralítico podía andar por la intervención del Salvador.

Esto significa que toda carga que hoy se puede llevar en sábado con fines de engrandecer la obra de Cristo no está prohibida, porque ahora el cristiano tiene como sagrado deber dar el testimonio de la obra redentora de Cristo, la cual es mayor que el descanso sabático. Los judíos no entendiendo la nueva etapa que estaba iniciando el Maestro, por ésta razón querían matarle, como leemos en Juan 5:16 “…Y por ésta causa los judíos perseguían a Jesús y procuraban matarle, porque hacía éstas cosas en sábado…”.

El judío quería seguir encerrado en su sabatismo austero, frío, sin la misericordia y la fe, ellos habían puesto su confianza en el lapso de tiempo de 24 horas. Pero aún uno Mayor que el sábado estaba presente, el MISMO SEÑOR DEL SABADO, por lo tanto su obra era más conveniente, porque se trataba de la obra de redención, justificación y santificación.

Los judíos decían que Cristo no era de Dios porque no guardaba el sábado conforme el viejo sistema plagado de sistemas, así leemos en Juan 9:16 “…Entonces unos de los fariseos decían: Este hombre no es de Dios que no guarda el sábado…”, otros en cambio decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer éstas señales…?.

Continuamos analizando Colosenses 2:16, en cuanto a que nadie nos debe juzgar porque no estamos sujetos al mismo sistema de la ley de Moisés. Hemos explicado que los fariseos convertidos al evangelio en su celo de doctores de la ley trataban en todas maneras de hacer que los gentiles se sujetaran a la ley de Moisés, así lo leemos en Hechos 15:5. Estos eran los que juzgaban a las iglesias gentiles, espiándoles la libertad que en Cristo tenemos, como dice en Gálatas 2:4.

No olvidemos que en el antiguo pacto el pueblo de Dios estaba formado exclusivamente por los hebreos, quienes estaban concentrados en la Palestina bajo un gobierno que se dirigía por la constitución establecida por las mismas leyes de Dios. Todos los componentes del pueblo reconocían a un mismo Dios, en cualquier parte del país era una misma religión, etc…, Dios mismo lo había así dispuesto y por ésta razón todas las leyes eran más amplias, con mayores requerimientos. Debemos entender que la ley de Moisés con sus 613 preceptos es amplísima y abarca muchos aspectos, pues hay preceptos civiles, agrícolas, morales, etc… Y el sábado estaba conectado con todo este sistema, en otras palabras podríamos decir que era un sábado para Palestina.

Por ésta razón la ley nos habla de sábados anuales, es decir que la tierra trabajaba seis años y el séptimo descansaba, así leemos en Levítico 25:2-4 “…Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hubiereis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra hará sábado a Jehová. Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y cogerás sus frutos. Y el séptimo año la tierra tendrá sábado de holganza, sábado a Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña…”.

Así mismo el año del Jubileo, que venía a ser el año sabático, después de siete semanas de años, así leemos en Levítico 25:8-10 “…Y te has de contar, siete semanas de años, siete veces siete años; de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años. Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo a los diez del mes; el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra. Y santificaréis el año cincuenta…”.

Como puede verse todo esto estaba relacionado con la tierra de la Palestina y la vida agrícola que ellos llevaban; por consiguiente nadie puede juzgarnos y decirnos que debemos guardar esos años sabáticos. No los podemos guardar porque no estamos en Palestina y porque tampoco estamos bajo la ley que nos obligue a hacerlo. Dios por medio de su omnisciencia sabía cuál sería nuestra vida, la de nosotros los gentiles, y por tal razón no nos impondría normas que no podríamos llevar a causa del sistema tan diferente que El mismo ha permitido en la vida gentil.

Los Gálatas fueron sugestionados por algunos fariseos de tal manera que algunos de ellos pretendían guardar también los años, como dice Gálatas 4:10 “…Guardáis los días, y los meses y los tiempos y los años…”. Pablo temía haber trabajado en vano entre los Gálatas quienes querían sujetarse a un sistema que nunca podrían obedecer con apego a la letra. Por ésta razón les dice categóricamente: “…Vacíos sois de Cristo los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído…”. Gálatas 5:4.

Es ésta la razón del por qué en el nuevo pacto no se especifica el sábado con el mismo sistema establecido antiguamente. No se encuentra una lista específica de cómo guardarlo. Simplemente lo presenta como EL DIA DEL SEÑOR. Y CONFIRMA QUE EL SABADO FUE HECHO A CAUSA DEL
HOMBRE…”. Y el apóstol Pablo en Hebreos 4:9 le llama REPOSO “…Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios…”. Otras versiones traducen así este versículo: “…De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios…”.

Sabemos que este capítulo viene hablando de tres reposos, el milenial, según el versículo 1, el reposo espiritual en Cristo, según el versículo 3 y el reposo semanal según el versículo 4 y 9. Según el versículo 4 dice así: “…Porque en un cierto lugar dijo así del séptimo: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día y luego agrega el versículo 10 “…Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas…”.

Si nosotros reposamos en el séptimo día literal, estamos reposando de nuestras obras materiales, así como Dios reposó de las suyas. Esta es una base fundamental para comprender que en el nuevo pacto está establecido el sábado como día de reposo. Si usted reposa el domingo, no está reposando al igual que Dios, porque Él reposó el séptimo día y usted lo estará haciendo el día siguiente. No hay armonía en ese sentido con lo escrito en la Palabra de Dios.

Ya hemos explicado aunque sea brevemente el sábado, ahora hablaremos algo respecto al domingo. Para nosotros el domingo es lo que la misma Palabra de Dios dice: “El primer día de la semana”. Es el primer día de la creación, cuando Dios crió los cielos, la tierra, el agua y la luz, según Génesis 1:1-5. Y así también se le llama en nueve diferentes citas de la Palabra de Dios en las escrituras del Nuevo Pacto. En ningún versículo se le llama DIA DEL SEÑOR O DIA DE REPOSO, o DIA SANTIFICADO. Los diferentes escritores le llamaron simplemente así: Primer día de la semana, nosotros nos unimos a ellos para llamarle de la misma manera.

Esto por supuesto no es estar en contra del domingo, ya que fue el primer día en que se inició la creación.

Además la Palabra de Dios no se opone a que en ese día también se adore al Eterno. Ya hemos explicado en estudios anteriores que en este tiempo de la gracia nuestra adoración al Padre, por medio de Cristo es cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día, y así durante toda nuestra existencia, porque no nos pertenecemos a nosotros, sino que hemos sido comprados con la sangre de Cristo. Pero es muy diferente adorar a Dios en domingo como el simple –primer día de la semana- a llamar a ese día el DIA DEL SEÑOR no habiendo ninguna base para ello.

Cierto que etimológicamente hablando, el vocablo domingo viene del latín –dominicus dies- que significa día del Señor. Pero en los originales de la Palabra de Dios jamás se le llamó así al primer día de la semana. En unas versiones antiguas de Reina Valera que usamos comúnmente en Apocalipsis 1:10 dice así: “Yo fui en el Espíritu en el día del Domingo…”. Pero esa traducción no coincide con los manuscritos más antiguos griegos los cuales usan la palabra griega –KURIOS- que significa SEÑOR, de manera que la traducción correcta de este versículo es: “…Yo fui en el Espíritu en el día del Señor…”.

De manera que en los manuscritos más antiguos no ocurre ni una sola vez la palabra DOMINGO, como queriendo aplicar cierta santidad al primer día de la semana. Los argumentos que actualmente se quieren presentar como base de santificación para el domingo son los siguientes: 1º. Que el domingo conmemora la resurrección de Cristo, y 2º. Porque los discípulos se reunían en ese día.

Primeramente queremos decir que Cristo no resucitó el primer día de la semana, prueba de ello que cuando las mujeres llegaron el domingo el ángel les dijo: “No está aquí porque ha resucitado…”. Algunas visitas se hicieron el domingo pero eso no evidencia que por esa razón él haya resucitado en ese día. Cristo había resucitado en el fin del sábado como lo explica el evangelio de Mateo, capítulo 28, para cumplir así los tres días y las tres noches que tenía que estar en el sepulcro, según El mismo lo había anunciado en Mateo 12:40.

Haciendo un estudio analítico encontramos que Cristo murió a la mitad de la semana, o sea el miércoles y resucitó tres días y tres noches después para finalizar el sábado, para dar cumplimiento a la señal de Jonás. De este punto es necesario hacer un estudio por aparte. De manera que si Cristo no resucitó en domingo, el primer argumento se viene a tierra, este que dice que el DOMINGO CONMEMORA LA RESURRECCION DE CRISTO.

Así mismo el otro argumento que se esgrime que el domingo es el día de reposo porque los discípulos se reunían en ese día al principio de la Iglesia. Este caso lo veremos más adelante. Por lo pronto es necesario entender cuál es el verdadero origen del domingo como día de reposo. La raíz está en el paganismo, el tronco en el catolicismo y las ramas en el protestantismo. Primeramente fue el paganismo, el imperio romano pagano fue el primero que santificó el domingo que en ese tiempo se le llamaba “DIA DEL SOL”.

Fu el emperador Constantino en el año 321 de nuestra era quién proclamó la primera ley de la observancia dominical, para probarlo citaremos tres enciclopedias como una prueba histórica. Primeramente la enciclopedia Británica en el artículo Domingo dice así: “…El reconocimiento primitivo de la observancia del domingo como un deber legal, fue una promulgación de CONSTANTINO EN 321 D.C., ordenando que todas las cortes de justicia, habitantes de todos los pueblos, talleres y fábricas, suspendieran sus labores en el día domingo (el día venerable dedicado al sol a excepción de los agricultores…”.

Ahora citaremos la enciclopedia Americana “Constantino el Grande”, hizo una ley para todo su imperio (en 321) que el domingo fuera observado como día de reposo en todas las ciudades y provincias; pero permitió que la clase campesina trabajara ese día…” Enc. Americana, Artículo Sábado. La tercera enciclopedia que podemos citar es la JUDAICA CASTELLANA, tomo 9, página 386, en su artículo SABADO, dice así solamente la parte que nos interesa “…Constantino proclamó la primera ley de la observancia dominal el año 321, después de Cristo…”.

Como puede verse por ésta otra autoridad histórica, se comprueba que el domingo como día de reposo emanó del paganismo, por ésta razón decíamos que su raíz ES EL PAGANISMO. Todo lo contrario del día Sábado cuya raíz es de Dios, desde el principio de la creación, de esto no hay ninguna duda. Decíamos que el tronco es el catolicismo romano y esto es muy fácil de comprobarlo. Sabe usted quién fue el primer grupo que aceptó del paganismo al domingo como día de reposo…?. Fue nada menos que la iglesia católica Romana.

Consultemos nuevamente la enciclopedia Judaica Castellana, tomo 9 y página 386, en el artículo “SABADO” dice así: La Iglesia sancionó el domingo como su día de descanso en el concilio de Laodicea en 366 después de Cristo…”. Notemos como el romanismo cedió muy fácilmente para aceptar la corriente pagana, y no solamente del día domingo, sino de todas sus festividades como el nacimiento del dios sol, transferido ahora a la Navidad el 25 de diciembre, el carnaval, etc…

Antes de convertir al mundo pagano la iglesia romana se convirtió al paganismo en muchos de sus aspectos, siendo uno de ellos el día de descanso. Y como esto fue en el año 366 por ésta razón en la actualidad está muy extendido especialmente en los países predominantemente católicos. Muchas personas quizá se preguntarán, ¿bueno, pero si no lo ha ordenado Dios, por qué razón está tan extendido en todo el mundo…?. Esto no es asombroso, ya que todo lo que el mismo mundo ha producido, esto es lo que está más extendido. Lo de Dios es lo menos extendido y menos aceptado por el mundo.

Ahora algo muy importante que usted debe entender, hermano evangélico. Sabe usted qué dice la Iglesia Católica Romana respecto al domingo?, note usted en el siguiente dato cómo ella misma acepta que ella lo ha establecido. El dato que damos enseguida está tomado del Folleto del evangelio católico Número 72, editado en México. Folletos E.V.C. “…si los protestantes se apegaran de verás a la Biblia, reposarían el sábado, que es día que la Biblia impone para descansar, y no el domingo, cuyo día fue impuesto como día de reposo cristiano por la autoridad de la Santa Madre Iglesia Católica y Romana…”.

Notemos que la misma autoridad católica romana está aceptando que ellos mismos lo han establecido para el Romanismo y acepta ellos mismos que el Sábado es el que dice la Palabra de Dios. ¿Cuál es la diferencia entre el catolicismo y el protestantismo en ese sentido?, ninguno, el mismo reposo tienen el uno como el otro. Ambas esferas se han dejado impresionar por la corriente pagana.

Si damos una mirada en general fácilmente notaremos que el domingo está revestido del carácter pagano, porque así como el paganismo en el tiempo de Roma dedicaba ese día para sus juegos, sus diversiones, etc…, así ahora el domingo está inclinado a los sistemas del mundo en todos sus aspectos, viene siendo más bien un día de paseo, de diversión, de entretención, no se siente en él nada de santidad, prueba de ello que muchas iglesias evangélicas en el mismo día domingo celebran sus partidos deportivos.

El máximo dirigente Romano Pío XII dijo así el domingo: “…Desgraciadamente se han desarrollado costumbres destructoras de ésta institución sagrada aún en países cuya población es predominantemente católica, a menudo cuando no se convierte el día del Señor en un día dedicado exclusivamente a diversiones profanas y a deportes, el domingo ha llegado a ser el día del pecado. Diccionario católico de la Sagrada Escritura, versión Juan Straubinger, página 89.

Esta es la experiencia del actual cristianismo que ha elegido al domingo como día de reposo. Semi cultos y más tiempo para diversión y para la entretención.

ACLARACIONES SOBRE EL DOMINGO En las Escrituras del Nuevo Pacto se menciona varias veces como el primer día de la semana, pero no se le atribuye algo especial. Mucho menos da evidencia que substituya al sábado como día de reposo.

Son nueve los versículos que hablan del domingo; los analizaremos brevemente.

  1. 1ª. Corintios 16:1-2. Este es uno de los textos muy citados para decir que el domingo es día de reposo. Para comprender su significado observemos los siguientes puntos:

  2. No era ofrenda de culto, era una colecta para los pobres de Jerusalén. Romanos 15:26, Gálatas 2:10,
    2ª. Corintios 8:1-4.
    2. El versículo no nos habla de una casa de reunión, lo que prueba que no estaban en culto.
    3. Se menciona el primer día por ser el inicio de sus labores y de sus ganancias.

  3. Hechos 20:7-8. Es otra cita favorita por el hecho de mencionar la reunión de los discípulos. Pero esta tampoco prueba que sea el día de reposo. Analice los puntos siguientes:

  4. Este capítulo en sus primeros versículos habla de la visita que Pablo hizo a TROAS, en donde estuvo siete días. (Hechos 20:1-6).
    2. El último día de sus siete era precisamente UN DOMINGO, pues dice el versículo que partirían al día siguiente o sea lunes. (versículo 7).
    3. De manera que es mencionado el domingo por ser el día de despedida y no por ser el día de reposo. Note esta parte del versículo “…Pablo les enseñaba habiendo de partir al día siguiente…”.
    4. El pan que partieron fue el pan común, pues el versículo dice y “GUSTANDO”. Por el discurso tan largo de Pablo, comieron de él hasta la madrugada del día lunes. (Versículo 11).

  5. Juan 20:19. También este versículo es usado para decir que los apóstoles les hacían sus cultos en domingo. Pero en ninguna manera tiene ese sentido.

  6. Estaban reunidos con anterioridad en ese lugar PERO POR MIEDO A LOS JUDIOS y no para hacer cultos
    (versículo 19).
    2. La puerta estaba cerrada, lo que prueba que no era culto público más bien indicaba temor.
    3. Ese mismo día dos discípulos caminaban a Emmaús, significando con esto que no estaban reposando. (Lucas 24:13).
    4. Tomás tampoco estuvo porque no consideró que fuese día de reposo. (Juan 20:24).


  7. Juan 20:26. Este versículo es citado juntamente con el versículo 19 para tratar de demostrar que se seguían reuniendo los domingos. Considere los puntos siguientes:

  8. Estaban en el mismo lugar secreto y las puertas continuaban cerradas.
    2. Los discípulos permanecían en Jerusalem esperando la potencia de lo alto (Lucas 24:49). De manera que no es de extrañarse que estuviesen reunidos en el mismo lugar.
    3. Las reuniones más tarde fueron continuas hasta recibir el glorioso Espíritu Santo (Hechos 1:13-14).

  9. Mateo 28:1. En este versículo se menciona al primer día de la semana cuando estaba para entrar, pues en el fin del sábado vinieron las mujeres al sepulcro.

  10. Marcos 16:1-2. Está mencionado como el día en que vinieron a visitar el sepulcro, aunque el Señor ya había resucitado.

  11. Marcos 16:9. Habla de la aparición a María Magdalena, pues el verbo resucitar está en tiempo PLUSCUAMPERFECTO que anuncia que una cosa estaba ya hecha cuando otra se hizo. Es decir la resurrección de Cristo estaba ya realizada cuando se le apareció a Magdalena el primer día de la semana.

  12. Lucas 24:1. También es mencionado como día de las visitas.

  13. Juan 20:1. De la misma manera es mencionado como día de visita.

Concluimos diciendo que estos nueve versículos no dan ninguna evidencia que el domingo haya substituido al sábado como día de reposo.

 

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