PARÁBOLA DEL RICO Y LÁZARO
Lectores y estudiantes convengamos, que lo primero que suelen decir los desviados maestros que han torcido el verdadero significado de esta parábola es que -según ellos- no se trata de una parábola, sino de una historia real. Esto es completamente falso y ridículo, ya que esta parábola es la última de seis parábolas seguidas, y que son las siguientes:
1- Parábola de la gran cena (Lc.14:15-25).
2- Parábola de la oveja perdida (Lc.15:1-7).
3- Parábola de la moneda perdida (Lc.15:8-10).
4- Parábola del hijo pródigo (Lc.15:11-32).
5- Parábola del mayordomo infiel (Lc.16:1-13).
6- Parábola del rico y Lázaro (Lc.16:19-31).
Los que han torcido el significado verdadero de esta parábola suelen decir que no se trata de una parábola, porque se mencionan nombres propios: Lázaro y Abraham, sin embargo, ese argumento es una falsa excusa, porque el hecho de que se mencionen nombres propios no significa que no sea una parábola. Ya se ha demostrado muchas veces que se trata de la última de una serie de seis parábolas, por lo tanto, es imposible que se trate de una historia real y literal. Pero no solo eso, esta parábola del rico y Lázaro empieza exactamente igual que la parábola anterior, la del mayordomo infiel, las dos parábolas empiezan así: “Había un hombre rico…” Esto demuestra sin ninguna duda que esta parábola del rico y Lázaro de ninguna manera es una historia real o literal.
Por lo tanto, el primer argumento falso que esos deviados maestros utilizan ya ha quedado destrozado.
El Mesías-Yeshúa no dijo jamás que el pobre Lázaro fuera llevado al cielo, sino al *seno de Abraham*, ¿y qué es el seno de Abraham?, pues sencillamente el “pecho” de Abraham, ya que el seno es el pecho. Por lo tanto, decir que Lázaro estaba en el cielo es mentira, eso no lo dijo el Mesías Yeshúa NUNCA. .
Seguidamente el Mesías-Yeshúa dijo que el rico fue “sepultado” y estaba en el Hades. ¿Y qué es el Hades? Para empezar, la Biblia jamás dice que el Hades sea el infierno, la palabra griega que aparece en ese pasaje es Hades, no infierno. El Hades, según la Biblia, es el SEOL de los hebreos, y esto lo podemos comprobar, por ejemplo, en las palabras que el apóstol Pedro dijo en Hechos 2:27 “Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.” El apóstol Pedro estaba citando sencillamente el Salmo 16:10 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” Ahora bien, ¿y qué es el Hades-Seol? la respuesta la tenemos en Hechos 2:29 “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.” Por lo tanto, el Seol-Hades es sencillamente el lugar de los muertos, es decir, el “sepulcro”, el cual está bajo el nivel de la superficie de la de la tierra, que solemos ver, esto lo podemos comprobar una vez más en el siguiente pasaje:
“Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación” (Num,16:31-33).
El anterior relato es tremendamente claro y sencillo. La tierra se abrió, y se tragó a Coré y a sus aliados, y a todos sus bienes, y todos ellos descendieron vivos al Seol, cubriéndolos la tierra, por lo tanto, el Seol es la *sepultura que está al interior de la tierra (ser cubierto por ella* enseña que el Seol o Hades sea un lugar en un “más allá” donde van los espíritus de los muertos, al contrario, la Biblia enseña de forma irrefutable que el Seol-Hades está dentro de la tierra, y ahí van a parar todos los cadáveres que son sepultados y cubiertos por la tierra, ¡nadie vive en el Seol-Hades!, porque ese es el lugar de los muertos, no de los vivos.
La parábola del rico y Lázaro
¿Qué es una prosopopeya?
Según el Diccionario, la prosopopeya es una figura del lenguaje, que consiste en atribuir a las cosas inanimadas o abstractas, acciones y cualidades propias de seres animados. Pues bien, esta figura literaria aparece muchas veces en la Biblia, y la parábola del rico y Lázaro es una de esas prosopopeyas, donde el Mesías hace hablar a tres personas muertas (Abraham, el rico y Lázaro) como si estuvieran vivos.
Veamos otro ejemplo bíblico de prosopopeya:
“Aun los cipreses se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros. El Seol abajo se espantó de ti; despertó muertos que en tu venida saliesen a recibirte, hizo levantar de sus sillas a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de las naciones. Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros? Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.” (Is.14:8-11).
El anterior relato del profeta Isaías es de una importancia crucial para entender este asunto. Todo el pasaje una prosopopeya, pues Isaías hace hablar a los cipreses, a los cedros del Líbano y a los muertos como si fueran personas vivas.
Interpretar este episodio de forma textual es falso y desquiciado. Isaías estaba hablando de la muerte del rey de Babilonia, el cual desciende al Seol (el Hades) y entonces los muertos que están en el Seol salen a recibirle y a burlarse de él, y la prueba irrefutable de que ese Seol es el sepulcro se encuentra en la frase: “gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán”. Aquí sin ninguna duda se está refiriendo a los gusanos de la putrefacción, los cuales cubrirían en el sepulcro (el Seol) al rey de Babilonia. El Mesías Yashúa , siglos después, utilizó este mismo estilo literario, la prosopopeya, para contar la parábola del rico y Lázaro, y para enseñar a sus seguidores lo que sucederá cuando el reino de Dios venga a la tierra, pues entonces los descendientes de Abraham (los creyentes) estarán con Abraham en el reino de Dios, mientras que los incrédulos, como el rico, serán atormentados por le fuego:
“Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.” (Lc.13:28-29).
Por lo tanto, la parábola del rico y Lázaro no enseña de ninguna manera lo que ocurre con los muertos en un “más allá”, sino lo que ocurrirá con los creyentes y con los incrédulos cuando el reino del Altísimo Dios venga a la tierra. Los santos muertos estaban retenidos en el Seol antes de la resurrección del Mesías Jesús, el Seol es el *sepulcro* para los hebreos, y esos santos estaban muertos y sepultados. La Biblia *jamás* enseña que esos santos del Antiguo Testamento estuvieran vivos en un “más allá” o en el Seol, ni en ningún seno de Abraham. Ahora bien, ¿estaba el rico ardiendo en el fuego?.
El rico no estaba ardiendo dentro del fuego, sino atormentado por el fuego
En dicha parábola el Mesías-Yashúa dijo que el rico estaba en el Hades (el sepulcro) atormentado por el fuego. La cristiandad desviada que cree lo torcido desperfila este relato, y pretende hacernos creer que el rico estaba *dentro* del fuego, pero eso es falso, por la simple razón de que el rico pidió una *gota de agua para refrescar su lengua.* Si el rico estuviera dentro del fuego sería completamente ridículo pedir una gotita de agua para que su lengua se refrescara. La explicación es simple: cuando uno está aterrorizado, la lengua se seca, y esto es lo que le ocurría al rico, él estaba aterrorizado o atormentado al ver el fuego donde iba a ser arrojado, y entonces tenía la lengua seca de sed, y por eso es que pidió que su lengua fuera refrescada.
Observe bien que esta parábola de ninguna manera enseña la doctrina torcida y diabólica de los sufrimientos eternos, lo que enseña esta parábola es que los incrédulos, como el rico, serán ATORMENTADOS POR EL FUEGO, pero no que ellos vivan eternamente en el fuego, ¡esto es muy importante que lo tenga en cuenta, para no ser engañado por esos desviados maestros de la cristiandad torcida! El propio el Mesías-Jesús dijo bien claro que el Altísimo Dios DESTRUIRÁ en cuerpo y alma a los malvados (Mt.10:28), y si él los destruirá, significa que no los conservará con vida por la eternidad en un sufrimiento sin fin, destruir o matar es todo lo contrario a conservar con vida.
Qué se sepa, que el rico, Lázaro y Abraham no eran espíritus
Aquellos que han deformado esta parábola del rico y Lázaro pretenden hacernos creer que Abraham, el rico y Lázaro eran espíritus, sin embargo, esto es falso, por la simple razón de que el Mesías-Yeshúa mencionó la “lengua” del rico, el “dedo” de Lázaro, y el “pecho” de Abraham, por lo tanto, ellos no eran espíritus, sino que tenían cuerpos físicos, una prueba más de que esta parábola de ninguna manera se refiere a lo que sucede con nuestro espíritu cuando morimos, sino que se refiere a lo que sucederá con los creyentes y los incrédulos cuando el reino del Altísimo Dios venga a la tierra, entonces los creyentes, como Lázaro, estarán junto a Abraham en el reino del altísimo Dios, mientras que los incrédulos, como el rico, estarán siendo atormentados por el fuego, un fuego que después los destruirá en cuerpo y alma (Mt.10:28).
Conclusión
Como hemos visto, la parábola-prosopopeya del rico y Lázaro no enseña nada de lo que la cristiandad desviada pretende hacernos creer. Dicha parábola no enseña la doctrina diabólica de los sufrimientos eternos, ni tampoco la otra doctrina diabólica de la inmortalidad del alma.
El relato del rico y Lázaro *no es una historia textual*, sino una prosopopeya, donde el Mesías-Yashúa hizo hablar a tres personas muertas como si estuvieran vivas, y este mismo estilo literario es el que Isaías usó en Isaías 14:8-11 para describir a los muertos que están en el Seol (el sepulcro), los cuales salen a recibir al rey de Babilonia, e igualmente describe a los cipreses y los cedros del Líbano hablando, ¡todo ello es una prosopopeya!, no una historia literal. Aceptar la parábola del rico y Lázaro de forma literal lleva a conclusiones ridículas, porque entonces resulta que los salvos podrán ver y hablar con los condenados que estén en el lago de fuego. En esta parábola el Mesías sencillamente lo que hizo es enseñar que los creyentes estarán con Abraham, cuando el Reino de Dios venga a la tierra (Lc.13:27-29), mientras que los incrédulos, como el rico, estarán fuera del Reino de Dios, siendo atormentados por el fuego, donde después serán destruidos en cuerpo y alma (Mt.10:28), ¡esta es la verdadera interpretación de la parábola del rico y Lázaro!. Basar en esta parábola-prosopopeya la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma, o de los sufrimientos eternos, es de locos y de personas con muy poco conocimiento bíblico.
Por lo tanto, la parábola del rico y Lázaro *no habla jamás del cielo, ni tampoco del infierno*. Lo que menciona dicha parábola es el seno de Abraham, y el Hades, y como ya vimos, se trata de una prosopopeya, y no de una historia real. Sabiendo esto, entonces todo el testimonio dado por os desviados y mentirosos profetas pentecostales queda destrozado, ya que se trata de una invención, es una gran mentira.
2ª parte
Continuo con una seria y simple reflexión profunda sobre la misma Parábola
Al observar, Lucas 16:19-31. La parábola de “Lázaro y el rico.” Este es el relato que más a menudo usan los defensores del ” infierno literal de fuego ” para inspirar miedo al tormento eterno en el corazón de las personas, despreciando con semejante actitud el carácter del Altísimo, a quien todas las Escrituras proclaman como un Padre amoroso y misericordioso.
¿Le parece cuerda y amorosa semejante idea?
De igual manera en la parábola de Lázaro y el rico, el rico que murió representa espiritualmente a la nación judía, y el pobre Lázaro representa a los gentiles, y esto lo puedo demostrar. La mayordomía se le quitó a la nación judía, y ellos fueron “llevados cautivos a todas las naciones, ” (Lucas 21:24). Han estado bajo el fuego de la persecución, han sido saqueados y asesinados, destruidos en cámaras de gas, acribillados y aprisionados durante este terrible y triste lapso de los tiempos de los gentiles. YHWH dijo: “Los esparciré entre sus enemigos, y sacaré la espada tras ustedes, para castigarlos siete veces más por sus pecados,” (Levítico 26:21-31). En Deuteronomio 32:24 dice concerniente a los judíos: “Serán quemados con hambre y devorados por calor ardiente y por amarga destrucción.” Todo esto les ha sucedido. Verdaderamente entraron en un mundo de castigo como se indica en la parábola.
El pobre representa a los gentiles (Efesios 2:11, 12):
11.- “Recuerden pues que ustedes eran en otro tiempo gentiles en la carne…
12.- que en ese tiempo estaban sin el Mesías, extranjeros a la ciudadanía de Israel, ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Poderoso en el mundo.”
11.- por tanto cuéntense ustedes muertos al pecado, pero vivos para el Poderoso.”
Así es como mueren los gentiles (el pobre), y luego son recibidos a las bendiciones del seno de Abraham, como lo fue el pobre de la parábola, quien en esta parábola comía de las migajas que caían de la mesa del rico, la mesa judía, “porque a ellos les fueron encomendados los oráculos del Poderoso.” [Ver Rom. 3:1, 2].
En Efesios 2:14 leemos de la pared divisoria entre los judíos y los gentiles, tal como se habla en Lucas 16:26.- de un abismo tal que nadie puede pasar de un lado al otro en la parábola. Además el rico (el pueblo judío) dice que tiene cinco hermanos (verso 28), lo cual se refiere a las cinco sectas religiosas entre los judíos de aquel tiempo, es decir, los fariseos, saduceos, herodianos, esenios, y nazarenos.
Los últimos dos versos de esta parábola muestran otra vez que tiene que ver con los judíos y que estos cinco hermanos eran judíos, porque dice: “pues si no oyen a Moisés, tampoco se persuadirán si uno se levanta de los muertos.”