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Esta é a vida eterna: que te conheçam, o único Elohim verdadeiro, e a Yeshua o Messias, a quem enviaste. JOÃO 17:3
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EL YUGO QUE NUESTROS PADRES NO PUDIERON LLEVAR ¿Era el Decálogo y las Ordenanzas?

EL YUGO QUE NUESTROS PADRES NO PUDIERON LLEVAR

¿Era el Decálogo y las Ordenanzas?

Hechos 15:10 “Así que ahora, ¿por qué ponen a prueba a YHWH, colocando sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? (VIN)

¿Cuál era ese yugo que ni los padres ni los discíipulos podían llevar? ¿Sería el Decálogo que le fue entregado a Moisés en el Monte Horeb cerca del año 1400 A.E.C.? ¿O incluiría el Decálogo junto con los juicios y ordenanzas que Yahweh dio mediante Moisés?

Cuando consideramos el pasaje anterior sin consultar otros que aportan al tema de la Ley, ciertamente parecería estar hablando negativamente de la ley entregada en el Monte Horeb.

Sin embargo, cuando reconocemos que hay aproximadamente 200 pasajes en el llamado “Nuevo Testamento” solamente que enseñan que la ley está todavía en vigor, entonces tenemos que echar un vistaso más cercano a Hechos 15:10.

Viviendo casi 2000 años después de que se escribió eso, nos hace más difícil entender el verdadero mensaje. Favor de recordar cuán directamente habló el Mesías a los fariseos:

Mat 15:1 Entonces se acercaron a Yahoshúa unos fariseos y escribas de Yerushaláyim, diciendo: 15:2 “¿Por qué quebrantan tus discípulos la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan”. 15:3 El les respondió diciendo: “¿Por qué también ustedes quebrantan el mandamiento de Elohim por causa de su tradición? :8 ‘Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí. 15:9 Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina mandamientos de hombres’.”

Mar 7:8 Porque ustedes dejan los mandamientos de Elohim y se aferran a la tradición de los hombres”. 7:9 Y añadió: “¡Diestramente desechan ustedes el mandamiento de Elohim para establecer su tradición! 7:10 Porque Mosheh dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre,’ y: ‘El que maldiga a su padre o a su madre, que muera irremisiblemente’. 7:11 Pero ustedes dicen que si alguien le dice a su padre o madre: ‘Todo aquello con lo que pudiera yo beneficiarte es korbán’ (es decir, una ofrenda dedicada), 7:12 ya no le exigen hacer nada más por su padre o su madre. 7:13 Así invalidan la palabra de Elohim mediante su tradición que han trasmitido, y hacen muchas cosas semejantes a éstas.

Mat 16:11 ¿Cómo es que no entienden que no les hablé del pan? Pero cuídense de la levadura de los fariseos y de los saduceos”. 16:12 Entonces entendieron que no les habló de cuidarse de la levadura del pan, sino más bien de la enseñanza de los fariseos y de los saduceos.

Mat 23:1 Entonces Yahoshúa se dirigió a la multitud y a sus discípulos, 23:2 y les dijo: “Los escribas y los fariseos enseñan con la autoridad de Mosheh. 23:3 Así que, todo lo que él* les diga, háganlo y cúmplanlo; pero no hagan como hacen ellos, porque ellos dicen pero no hacen. 23:4 Ellos atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de la gente; pero ellos mismos no las quieren mover ni con un dedo. 23:5 Hacen todas sus obras para que la gente los vea. Se hacen bien anchas sus tiras de oración, y bien largos los flecos de sus mantos. (Mat. Heb. Shem Tov).

Muchas de esas tradiciones eran (y son) cargas pesadas y difíciles de llevar, llendo mucho más allá de los requerimientos de la Torah (la Ley) del Todopoderoso según se dio mendiante Moisés en el Monte Horeb.

En esta ocasión vamos a examinar solamente unas pocas de esas tradiciones pesadas por las que muchos judíos se sienten obligados a vivir. Las sencillas leyes que siguen han sido ampliadas en gran medida y son observadas tradicionalmente, aún hoy día, de una manera muy peculiar:

“No cocinarás un cabrito en la leche de su madre.” (Ex. 23:19; 34:26; Deut. 14:21). “Utensilios, platos y vasos separados, deben ser usados para alimentos de leche y de carne, B y deben ser almacenados por separado, lavados por separado, y cuando se laven, en fregaderos separados, y trapos separados B deben usarse. Si se cocinan a la misma vez alimentos de leche y de carne B debe tenerse cuidado de que las vasijas no se salpiquen unas a otras B” Después de comer carne, los judíos deben esperar al menos 6 horas antes de comer productos de leche, (Encyclopedia. Judaica, Vol. 6, Página 40).

“Recuerda el Shabat para santificarlo” (Exodo 20:8-11).

“La Mishná enumera no menos de treinta y nueve principales clases de acciones prohibidas” [de trabajos en el Sabbath] (Rest Days, por Hutton Webster, Ph. D., 1916, página 263).

Atar y desatar un nudo se consideraba una violación del Sabbath, aunque un nudo que pudiera atarse y desatarse con una sola mano no violaba la ley del Sabbath, según la tradición de los ancianos (Ibid, página 264). De hecho, los ancianos añadieron sus leyes sobre el Shabat a las del Ser Supremo, a las de las Escrituras hasta que hubo 1,521 leyes para salvaguardar el Sabbath (From Sabbath To Sunday, pot Samuele Bacckioccki, Pontificial

Gregorian University Press, 1977; página 33.

Esto indica la extención a la que los ancianos multiplicaron sus tradiciones hasta el grado de ser cargas pesadas, por encima de las leyes del Todopoderoso. Fue el Apóstol Pedro quien desaprobó a aquellos que querían poner sobre los discípulos gentiles “un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar” (Hechos 15:10). Màs tarde este mismo Apóstol Pedro escribió, “a los exiliados de la dispersión”, a los “nacidos de nuevo”, aconsejándoles lo siguiente:

“ … la palabra de Yahweh permanece para siempre” (1 Pedro 1:1, 23, 25). Si la palabra del Todopoderoso permanece para siempre, entonces, ¿a qué se refería Pedro cuando habló del yugo que algunos querían poner sobre el cuello de los discipulos? Eso era ciertamente algo pesado y no era fácil de llevar, ¡sin embargo el yugo que el Mesías pone sobre sus seguidores es liviano y fácil! (Mateo 11:29, 30).

El escenario es este: El yugo del que habló Pedro era difícil de llevar (Hechos 15:10).

PERO –

el yugo del Mesías es liviano y fácil (Mat. 11:29, 30)

El Mesías vino a magnificar la ley del Padre y hacerla honorable (Isa. 42:21).

El hijo habló las palabras del Padre, no las suyas (Jua. 3:3-36).

El Hijo no vino a hablar a doctrina suya sino la del Padre (Jn. 7:16).

El que es de Yahweh oye las palabras de Yahweh. Otros no las oyen (Jn. 8:47).

La suma de la palabra de Yahweh es verdad y dura para siempre (Salmo 119:160).

La palabra de Yahweh permanece para siempre (1Pedro. 1:25).

Amar al Padre es obedecer los mandamientos de Yahweh, y éstos no son pesados de observar. (1 Jn. 5:2, 3).

Estos pasajes hacen muy claro que el “yugo B que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar” era algo diferente a la Ley de Yahweh. Hace muy claro que era algo distinto a los juicios y las ordenanzas** de la ley de Yahweh, ya que todas sus palabras son para durar para siempre (Salmo 119:152, 160).

¿Cuál entonces era el pesado yugo del que habló el Apóstol Pedro en Hechos 15:10?

Primero, el Apóstol Pablo explicó que los creyentes gentiles son circuncidados (simbólicamente) en el acto del bautismo (Col. 2:11-13). La decisión del Consejo apostólico de Jerusalem fue que la circuncisión física era innecesaria para los conversos gentiles.

Segundo, note que Pedro no dijo que los mandamientos y/o las ordenanzas de Yahweh eran cargas difíciles de llevar. Siendo que los mandamientos y las ordenanzas de Yahweh no son cargas pesadas, entonces tenemos que buscar en otro sitio para encontrar el yugo al que se refería Pedro.

Tercero, los “ciertos hombres” mencionados en Hechos 15 que insistían en la circuncisión y la observancia de la ley eran los fariseos (verso 5). Nadie recibió nunca una reprimenda como la que recibieron los fariseos de Yahoshúa el Nazareno (Mat. 23).

La indicaciòn es que muchos de esos mismos fariseos más tarde aceptaron a Yahoshúa como el Mesías prometido (Hechos 2:37-47), y estaban presentes en el concilio general que se registra en Hechos 15. Ellos habían aceptado a Yahshúa como el Mesías, pero aparentemente no habían abandonado las poderosas tradiciones que habían heredado.

Toda la evidencia señala a que aquel yugo insoportable consistía en las tradiciones de los ancianos (los preceptos de hombres) los cuales los fariseos insistían en que los conversos gentiles tenían que aceptar; tradiciones que se extendían mucho más allá de los requerimientos del Decálogo y las ordenanzas de Yahweh. Pedro se opuso a eso.

gYahoshúa el Nazareno era anti–fariseo y era aún más anti–esenio. La tradición de los esenios era tan extremosa que (1) todas las letrinas tenían que estar al menos a 3,000 codos fuera de los límites de la ciudad; pero (2) era ilícito viajar más de 2,000 codos en el Sabbath. Eso significa que los fieles esenios no podían hacer sus necesidades durante las 24 horas del Sabbath, una tradición basada en Deut. 23:12, 13 (Biblical Archaeology Review, Sept./Oct., 1984, páginas 45, 46; escrito por el finado Yagael Yadin, arqueólogo, soldado y hombre de estado israelí). No en balde los esenios desaparecieron.

Incluìdas en estas ordenanzas están las festividades anuales y las leyes sobre alimentos impuros (Num. 36:13)

Elder Voy Wilks – 4/18/91

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