Esta é a vida eterna: que te conheçam, o único Elohim verdadeiro, e a Yeshua o Messias, a quem enviaste. JOÃO 17:3
“JESUCRISTO ES NUESTRO TODO”
“JESUCRISTO ES NUESTRO TODO”
“Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.” Romanos 5:10.
No hay cosa más maravillosa que entender y aceptar lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Pablo dice que éramos enemigos, si, antes de recibir a Cristo como nuestro Salvador y Señor estábamos en enemistad con Dios, de hecho, esa es la condición de toda persona sin Cristo. Eso precisamente explica Pablo, que, siendo enemigos, fuimos RECONCILIADOS por la muerte de su hijo. Por lo tanto, ya reconciliados, todo creyente goza de paz con Dios y de una relación de Padre e Hijo.
La muerte de Jesús como espectáculo fue horrorosa, no obstante, Jesús la enfrento con valor, pero sobre todo con amor hacia un mundo que lo rechazó. Pero pudo más el amor que todo el dolor experimentado en la cruz. Así que, cuando alguien reúsa a creer en Jesús, no solo está rechazando a la persona de Jesucristo, sino que está rechazando el amor en su máxima expresión. ¿Qué le esperará a una persona que rechaza ese inmenso amor de Jesús y muere así? Definitivamente nada bueno. Sin embargo, todo aquel que lo recibe como su Salvador y Señor, recibe la vida eterna como promesa y la garantía de que, así como Jesús resucito de los muertos, el o la que lo recibe como Salvador y Señor también resucitará en el día postrero: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado (El Padre): Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.” Juan 6:40.
Jesús fue claro: El (la luz) vino al mundo, pero los hombres aman más las tinieblas que la luz, Juan 3:10. La mayoría prefiere la oscuridad del pecado, de la ignorancia, de la falta de valor para cambiar de vida y de apartarse de algunas amistades, etc. No obstante, pierden todo lo que ofrece Jesús. Jesús ofrece perdón de pecados, vida eterna, reconciliación, resurrección de entre los muertos, un reino, muchos hermanos en la fe, la entrada a la nueva Jerusalén, etc. Y tristemente, todo aquel que rechaza a Jesús, lo perderá todo.
“CON CRISTO LO GANAS TODO, SIN CRISTO LO PIERDES TODO”